De todos los colores: los camaleones

Si te preguntan: ¿qué caracteriza a un camaleón? Lo que seguramente responderías (yo también lo haría) es que pueden cambar de color. Eso de "cambiar de color" es algo que no todos los seres vivos pueden presumir que hacen. Tenemos múltiples teorías de por qué cambian de color. Unos te dirán que para camuflarse (a mi juicio, los masters del camuflaje son los pulpos) así como otros que para atraer pareja. ¿Qué misterios esconden estos reptiles? Y, ahora sí, ¿cómo cambian de color?

Los camaleones son... singulares. Aplican al pie de la letra eso de "ponerle un ojo al gato y otro al garabato" .  Tienen una lengua larguísima. Algunos tienen cuernos. Una especie de ellos entra como el reptil más pequeño del mundo y, por su fuera poco, cambian de color. Empecemos con el primer punto. Sus ojos son independientes el uno del otro. Así que, mientras un ojo mira la rama sobre la que se apoya, el otro podría estar viendo una mosca, lo cual resulta muy útil a la hora de buscar comida (y muchos de nosotros ya descubrimos que eso es algo que el ser humano no puede hacer). En cuanto a su lengua, en las especies mayores su lengua es de 1.5 a 2 veces más larga que su propio cuerpo. Además, puede alcanzar una velocidad de seis metros por segundo y atrapa a su presa ,a una distancia equivalente a dos veces su cuerpo, en una décima de segundo.

Pasando a su cambio de color, gracias a un estudio realizado en el 2015, ahora sabemos que tienen dos capas superpuestas con entramados de cristales microscópicos. Alterando la posición y distancia de esos cristales (lo cual sí tiene que ver con el estado anímico del animal) la luz cambia su forma (en cuanto a longitud de onda) de "entrada y salida" y se aprecian distintos colores. Por lo general, cuando un camaleón está relajado, puedes ver en él todos verdes o azules. En cambio, si están emocionados, los puedes ver de color amarillo, naranja o rojo.

Ya para finalizar, aunque solo algunas especies están en peligro de extinción, todas peligran por: la perdida de su hábitat para actividades humanas, la contaminación y por el comercio y tráfico de camaleones para su venta como mascotas. Este último factor es el que los arriesga más (sobre todo porque no siempre cumplen las expectativas de las personas al no comportarse como tu perro lo hace), pues es muy difícil cuidarlos y alimentarlos adecuadamente incluso cuando fueron criados en cautiverio, por lo que un gran porcentaje de camaleones muere en un solo año.

A veces, cuando se analiza a ciertos seres vivos (no sólo animales), uno se da cuenta de lo maravillosa que es la naturaleza.



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