Ácidos y bases

La palabra “ácido” es una con la que ya estamos muy familiarizados, sobre todo a la hora de ingerir limones, naranjas o toronjas, pues estamos consumiendo ácido cítrico; o cuando vertemos vinagre sobre la ensalada, pues el vinagre es ácido acético. No conocemos tanto la palabra “base” porque no la usamos mucho (la verdad, casi nadie la usa), pero eso no significa que no interactuemos con ellas; por ejemplo: cuando tienes acidez estomacal vas por un “Pepto Bismol” o una sal “Picot” los cuales son antiácidos, o sea, son bases o alcalinos. Siendo cosas más opuestas que el día y la noche, es increíble que, tanto el ácido más ácido, como la base más alcalina tengan algo en común: los dos son corrosivos y queman la piel cuando se hallan en soluciones fuertemente concentradas.

Un ácido se puede definir como un compuesto que contiene un ion (partícula con una carga eléctrica distinta a la neutra) de hidrógeno, que es corrosivo, que enrojece el papel tornasol azul y que tiene sabor agrio. En solución tiene la propiedad de reaccionar con una base; de ahí resulta una sal y agua. Hay ácidos fuertes (ácido nítrico y ácido clorhídrico), ácidos débiles (ácido bórico y ácido acético) y otros menos corrosivos.

Las bases, en cambio, son causticas (amargas), cambian el papel tornasol rojo en azul y son solubles en agua. Neutralizan los ácidos, produciendo sales y agua como resultado. De los más comunes son el hidróxido de calcio (cal apagada) y el hidróxido de sodio (sosa caustica)

Las soluciones con base en agua pueden ser ácidas, alcalinas o neutras porque, en cualquier momento dado, una pequeña fracción de las moléculas de agua (H2O) se dividirá en iones hidróxido (OH-) e iones hidrógeno (H+); el agua tiene concentraciones iguales de cada uno, por eso es neutra. Cuando se agregan al agua sustancias formadoras de iones que liberan OH- o H+, la solución ya no tiene iguales concentraciones de OH- y H+. Si la concentración de H+ supera la concentración de OH-, la solución es ácida; y viceversa.

Aunque es difícil y muy peligroso manipular este tipo de sustancias, algunos son elementos esenciales de muchos procesos tecnológicos y están presentes en muchos aparatos. Por ejemplo, el ácido sulfúrico diluido se usa para llenar los acumuladores eléctricos; las impresoras utilizan el ácido nítrico para eliminar los espacios que no deben aparecer en los clisés de diagramas y dibujos. Otros ácidos fuertes son usados en talleres para limpiar y desoxidar metales antes de terminarlos. Se usan antiácidos para neutralizar la acidez estomacal, y se usa la sosa caustica como utensilio (no diario) de limpieza, además de que se emplean sustancias alcalinas para elaborar jabones y otros productos de limpieza. La lista de los usos de los ácidos y las bases en todos los aspectos de la vida, es interminable.

P.D.: En caso de quemadura de ácido, bañar con bicarbonato de sodio u otra base débil y enjuagar con agua fría; y en caso de quemadura de base, bañar con vinagre, jugo de limón u otro ácido débil y enjuagar con agua fría.

Comentarios

Entradas populares

Monstruos marinos, ¿verdad, cuento o ambas?

La electricidad, nuestra vieja amiga